las discrepancias de mi olvido
se han revuelto
al rededor de tu espacio
ultravioleta,
y me resisto a caer
como chocolate invalido
en una emancipación espíritual
y nos perdemos
en una oscuridad llena
de luces de colores,
olvidando las discrepancias
que, imperativas, vomitan
(como todo)
a un volumen tan alto
que ensordece
nuestras ojeras en la cara-
somos amplificadores
de auras vacías,
y es el vacío lo que
discrepa de mi sartén,
pero no me importa,
nunca me ha importado
que la gente venga y
se limpie en mi.
vivo de las manchas
de los demás.
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