martes, 1 de junio de 2010

Quiero que Seamos Alcohol

quiero que nos perdamos
en los extraños espirales
espirituales
del kharma y el dharma y el
eterno insideout que algunos
llaman enamorarse.

quiero que nos dejemos llevar
por los sonidos de guitarras
distorcionadas y llenas de
efectos (¿secundarios?)
quiero que empalaguemos nuestros
oídos con sonidos corporales y
abstractos

quiero que caigamos en estados
de trance, y nuestras auras se
unan
y hagan poesías de cuando
vivíamos el amor de la
Segunda Guerra Mundial

quiero saber qué se siente ser yo

quiero que nos dejemos arrastrar
en la meditación, a la reflexión
de lo que es el ser y terminemos
haciendo el amor con el ser
y la nada.

quiero que nos convirtamos en
una laguna que se la pase
girando y girando alrededor de
los ojos que lo ven todo y las
bocas que lo besan todo

quiero que nos acaricien
millones de insectos rastreros,
y
que después se alimenten de
nuestro sudor y nuestra
sangre
y todas nuestras apestosas
muertes

quiero que alcancemos el nirvana
escuchando nirvana

quiero que seamos alcohol
para bebernos hasta la
ausencia

quiero que nademos en las
lagunas del otro y del absurdo
y quiero que nos ahoguemos
también
porque dice Mictecacíhuatl que
cuando dos artistas mueren
juntos
los dioses les conceden el don
de reencarnar
como una pintura de
Kandinsky.

Voices at 4am

la luminiscencia maldita
que nos empalaga las
neuronas
entre cada parpadeo
metafísico

la sobredosis de esquizophrenias
que se acurrucan
en nuestras memorias poplíteas
en nuestras dislexias
del tiempo y el complot

las bocas hambrientas de
sedes que no proliferan, que
no se mezclan ni se derriten
por culpa de los amores visuales
que nunca fueron tactos,
que nunca fueron caricias.

Orejas

mis orejas
son sólo parte de
mi imaginación.

son una expansión
de tu persona dividida

mis orejas son lo que
cae de tus ojos
cuando le gritas a Ixtab
que te regale sus collares
negros

mis orejas
son sólo producto
de la coalimentación omínida
que encuentras
debajo de la piedra
que quieres levantar.

Las Discrepancias de mi Olvido

las discrepancias de mi olvido
se han revuelto
al rededor de tu espacio
ultravioleta,
y me resisto a caer
como chocolate invalido
en una emancipación espíritual

y nos perdemos
en una oscuridad llena
de luces de colores,
olvidando las discrepancias
que, imperativas, vomitan
(como todo)
a un volumen tan alto
que ensordece
nuestras ojeras en la cara-

somos amplificadores
de auras vacías,
y es el vacío lo que
discrepa de mi sartén,
pero no me importa,
nunca me ha importado
que la gente venga y
se limpie en mi.

vivo de las manchas
de los demás.

De Elefantes

los elefantes que se aparean
en tus noches de insomnio
suelen terminar vomitando
sobre tus recuerdos
sobre lo que más quieres

vomitan su ausencia
y la luz se convierte
en un callejón sin salida
que succiona la vida
de las sordas
gaitas espaciales

pero todo pierde importancia
cuando los soles del mar
nos abrazan con el fuego
para que caigamos en una
espiral condescendiente,
en una mítica espiral cósmica
llena de signos de
interrogación.

Cuando la Muerte Anda en Bici

la vida puede transcurrir
muy normal,
el tiempo
no se detiene
cuando caminas
solo por la calle

hasta que ves
a una pequeña niña
tirada a media avenida,
aparentemente
arrollada por los
maniáticos
sin gatillos disponibles.

es entonces cuando
el tiempo decide detenerse,
acumularse estancarse
llenar tu corazón
con la sensación
de un vacío aparente,
pero ya está lleno
de todas las lágrimas
que se derraman
al rededor
de la niña;
la niña que pelea
la niña que se aferra
con sus manitas de papel.

siempre he pensado
que los niños son
más etéreos
que la muerte misma

al parecer
con esta niña
me he equivocado.

Sueño con Sueños y Tengo Sueño Y Un Panqué

voy a la cama.
me acuesto
y caigo en el sueño.
duermo.
y me despierto
y camino por la calle.
la música suena en
algún lado, en el cielo
en las paredes
en mi cabeza, no sé,
por ahí.
camino y un sujeto
me pregunta
-¿eres rogelio?
-no, le digo
-¿tampoco ismael? insiste
-no señor, todavía no,
que no ve que estoy
dormido aún.-
y me despierto
y me miro
en el espejo.
según yo
soy fernando
(aunque tampoco estoy muy
seguro
de esto)
y me observo
y pienso
que tal vez sí soy
fernando
o rogelio
o ismael;
incluso puedo ser carlos.
pero me despierto
antes de poder dormir
y decidir
quién carajos soy
el día de hoy.